HOMBRE SANTO
¿Puede la imagen de alguien ser una representación errónea de su verdadera identidad?
En su círculo, Bilam era considerado una persona sumamente espiritual. Cuando Balak buscó a una persona especial que tuviera la capacidad de influir en la caída de Klal Israel con las palabras que saldrían de su boca, no hubo duda. Bilam tenía el espíritu. Era la persona indicada para llevar a cabo la tarea. [1]
Bilam manifestó su deseo de llevar a cabo la misión. Sin embargo, Hashem lo detuvo. Bilam le hizo saber a Balak que, incluso si le diera una cantidad de oro y plata suficiente para llenar la casa real del rey Balak, Bilam no podría llevar a cabo su plan. Hashem no lo permitió. [2]
El Midrash toma nota de la expresión de Bilam y comprende que Bilam ansiaba dinero. Bilam aludía a que llevar a cabo el plan debería haberle proporcionado una enorme fortuna. La tarea, aunque merecía una compensación, no merecía una cantidad de dinero tan exorbitante. Sin embargo, esto era lo que Bilam deseaba: una riqueza inmensa. [3]
¿Por qué señala esto el Midrash? Sus palabras revelaron un grave defecto de carácter. Quizás proyectaba una imagen de santidad. Sin embargo, ese no era su verdadero deseo.
Por el contrario, encontramos a Reb Zusha de Anipoli. Era pobre, pero feliz con su suerte. Era hora de que su hija se casara, pero no tenía nada para la dote y la boda. ¿Se preocupó? En absoluto. Sin embargo, su Rebe sí.
Un día, el Rebe citó a Reb Zusha para que se presentara ante él. «Sé que tienes una hija lista para el matrimonio. También sé que no tienes ni un céntimo. Toma estos 300 rublos. Encuentra una pareja digna para tu hija. Que Hashem te ayude; debe ser con hatzlajá».
Reb Zusha aceptó el regalo y emprendió el regreso a su ciudad natal. Llegó a una posada. Poco después de su llegada, se desató un alboroto. Se desató el caos. En la posada, la celebración de una boda acababa de comenzar. Sin embargo, el novio se negó a celebrarla. La madre de la novia era viuda. Había prometido 300 rublos para la dote. Trabajó arduamente para ahorrar ese dinero. Sin embargo, cuando fue a buscarlo de donde lo había dejado, no estaba.
Cuando la viuda descubrió su pérdida y la boda no se llevaría a cabo, se desmayó. Al oír lo que ocurría, la novia se desmayó. La multitud enloqueció.
Reb Zusha presenció la conmoción y silenció a la multitud. Encontré una bolsa con 300 rublos. Sin embargo, según la ley judía, debe devolverse con los simanim adecuados, signos e indicaciones de que se trata del objeto perdido por su dueño. Si puede identificar la moneda, ya sean monedas de uno, cinco, diez, etc., la devolveré.
Revivieron a la madre. Había sido muy cuidadosa al reunir ese dinero. Sabía exactamente qué había allí. Proporcionó la información. Reb Zusha corrió a cambiar el dinero que tenía, para que coincidiera con la moneda. Sin embargo, antes de devolverlo, tenía una petición: 25 rublos como compensación.
La multitud estaba horrorizada. Reb Zusha no cedió en su demanda. Lo ataron y lo llevaron ante el Rav de la ciudad para que tomara una decisión. El Rav dijo que este comportamiento era despreciable y le ordenó a Reb Zusha que devolviera la cantidad completa. Como ya se había emitido la sentencia, se devolvió el dinero y se cerró el caso. Reb Zusha abandonó la ciudad siendo escupido y maltratado.
Poco después, El Rebe de Reb Zusha visitó ese pueblo. El Rav relató el incidente y expresó su sorpresa por el comportamiento tan deplorable de un discípulo suyo. Después de su viaje, el Rebe contactó a Reb Zusha. “Amado mío, sé por qué actuaste así con la ‘devolución’ del dinero. ¿Pero por qué exigiste 25 rublos?”
“Cuando entregué el dinero, pensé que nadie más haría esto. ¡Realmente soy una gran persona! La inclinación al mal me atacaba con kavod, honor. Tenía que hacer algo. ‘¿Honor? ¡Te lo mostraré!’. Así que me aseguré de irme avergonzado y me salvé de su trampa”. [4]
¿Podemos ver que lo que parece ser un fracaso en alguien es en realidad una señal de grandeza?
Shabat Shalom,
Rabbi Hershel D.Becker
Traducido por: Sara Slomianski y Miriam Levy
[1] Midrash Tanjuma Balak 3; Rashi Balak 22:3
[2] Balak 22:18
[3] Midrash Tanjuma Gur Aryeh
[4]Niifleoteja Asijah Balak pgs. 347-349; She’al Avija V’yagedja