YITRÓ

LLAMADO DE JUICIO

¿Puede una acción o una inacción ser admirable y equivocada a la vez?

Se produjo un incidente que se comparó con un caso registrado en el Talmud. Un grupo de rehenes tailandeses fueron liberados de Hamás después de haber estado cautivos durante 482 días. Tras su liberación, fueron hospitalizados en el Centro Médico Shamir. Se les dieron teléfonos para que pudieran comunicarse con sus seres queridos con las buenas noticias. Uno se negó a llamar a su madre debido a la diferencia horaria. No quería despertarla.

El Talmud registra la manera ejemplar en que Dama ben Nesina cumplió con la mitzvá de “Honra a tu padre y a tu madre”. [1] Una vez estaba sentado entre los nobles de Roma, vestido con una capa de seda bordada en oro. Su madre llegó, se la arrancó, le golpeó la cabeza y le escupió en la cara. Él no quería avergonzarla.

Una vez sucedió que los Sabios querían comprarle a Dama una mercancía a un precio que le daría una ganancia de seiscientos mil dinares de oro. La llave del cofre que contenía la mercancía estaba debajo de la almohada de su padre, que en ese momento estaba durmiendo. Dama no despertó a su padre, pues no quería perturbar su sueño. [2]

Rav Moshe Feinstein analizó este incidente. Obviamente, Dama no quería ser la causa de molestias para su padre, pero el padre sentiría placer al beneficiarse de un gran negocio. La oportunidad que se le presentó a Dama fue una ganancia inesperada en ese momento, no una transacción que siempre podría haberse realizado. El placer que sentiría Nesina sería mayor que la molestia de ser despertado, pues hubiera querido que lo despertaran para obtener ese beneficio. Incluso hubiera pagado por los servicios de alguien que lo despertara para obtener ese beneficio.

Incluso si el beneficiario del negocio hubiera sido su hijo, Nesina hubiera querido que su hijo pudiera hacer el trato. No sólo eso, se hubiera sentido angustiado al enterarse de que no lo habían despertado y, como resultado de eso, se perdió una gran oportunidad para su hijo. Incluso si el plan era que Dama no le revelara a su padre lo que había ocurrido, de todos modos habría habido un problema con su comportamiento. Si hubiera logrado el trato, su padre habría experimentado una gran alegría. Con su decisión, a su padre se le habría negado esa euforia.

Por lo tanto, Rav Moshe Feinstein sugiere que los dos incidentes relacionados con los padres de Dama ben Nesina tienen algo en común, más allá de su admirable comportamiento. Su madre claramente tenía problemas mentales. [3] Aparentemente, también lo tenía su padre. Por lo tanto, su padre no habría identificado ni comprendido los beneficios que se le presentaban. Por lo tanto, Dama no quería molestarlo. [4]

Si el padre de una persona está durmiendo y sabe que el padre querría que lo despierten para conseguir un buen trato, no está prohibido despertarlo. Más bien, es una mitzvá. De la misma manera, si el padre quisiera que lo despierten para ir a rezar, es una mitzvá. [5]

¿Qué sucedería si el hijo o la hija llegan a casa tarde por la noche y no tiene la llave? ¿Debe el niño despertar a los padres o ir a otro lado? Está permitido. Los padres querrían que los despierten, en lugar de obligar a su hijo a buscar un lugar para dormir.

Si los padres están durmiendo y reciben una llamada telefónica, no deben ser despertados. Si la persona que llama dice que está segura de que querrían que los despierten y el niño está seguro de la evaluación, puede despertarlos. En estas circunstancias, si bien está permitido, si hay alguien que no sea un niño disponible, lo ideal es que realice el servicio. [6]

¿Qué sucedería si hay buenas noticias para compartir en medio de la noche? ¿Cuál es la actitud general? El rehén tailandés no quería despertar a su madre. Uno podría preguntarse: ¿fue capaz de quedarse dormida con esto en mente? ¿Habría existido la posibilidad de que un pariente de uno de los otros rehenes se hubiera puesto en contacto con ella? Su comportamiento provenía de una fuente justa. ¿Debería ser imitado?

¿Quiere la gente que los despierten en medio de la noche para escuchar buenas noticias?

Shabat Shalom,

Rabbi Hershel D. Becker

Traducido por: Sara Slomianski y Miriam Levy

[1] Yitró 20:12

[2] Kiddushin 31a

[3] Tosefot Kiddushin 31a

[4] Dibrot Moshe Kiddushin p. 527

[5] Sefer Jasidim 337

[6] Rav Elyashiv en Koveitz Mevakshei Torá 4: 20, citado en Haavod V’Hamitzvah pp. 45-46